lunes, 3 de junio de 2019

El discurso de Bachillerato de Ciencias y Tecnología








Queremos comenzar este pequeño discurso con unas sabias palabras del filósofo Aristóteles. La cita dice así: “Las raíces de la enseñanza son amargas, sin embargo, sus frutos son dulces”.
Muy lejos quedan ya esos días en los que llegamos siendo unos niños, temerosos y entusiasmados por afrontar una nueva etapa. Aunque algunos no hemos cursado aquí la ESO, desde el principio, cuando iniciamos primero de bachillerato, nos sentimos tan a gusto como si hubiésemos llevado toda la vida. Veíamos tan lejos este día que casi parecía imposible que llegara. Aquí se halla nuestra recompensa después de un duro trabajo, y sobre todo se refleja nuestra constancia y esfuerzo, y eso es lo que nos hace grandes hoy.
Cabe mencionar que en todo este proceso hemos sido acompañados por unas personas que han invertido sus horas, su energía y sus conocimientos en formar jóvenes que sean competentes en el futuro. Muchas están hoy aquí y, en lo referente a las que no están, les agradecemos igualmente el tiempo que nos han dedicado. No solo nos referimos a los familiares, sino también a aquellos profesores y profesoras que se han volcado plenamente en nuestro aprendizaje. En cada clase era evidente su pasión por enseñarnos y su preocupación por cada alumna y alumno. A todas y a todos, os queremos dar las gracias por la infinidad de cosas que hemos aprendido a vuestro lado; desde los conceptos científicos más abstractos hasta la reflexión discursiva más profunda. Y cómo no dar las gracias a nuestra tutora, Ofelia, quien se ha volcado en nosotros para hacernos mejores alumnos y también mejores personas. Recordaremos siempre la paciencia que cada uno y cada una han demostrado día a día. 




En general, queremos expresar nuestro reconocimiento hacia el trabajo de todo el personal docente y no docente del Centro. También agradecemos el cariño y dedicación incondicional de nuestros queridos padres, madres y familiares.
Nos gustaría acabar diciendo que con lo que nosotros nos quedamos hoy no está escrito en ninguna parte. Ese compañerismo que nos caracteriza, las risas, los agobios e incluso los llantos. Por dar sentido a lo que significa ser una clase, y a día de hoy una familia, y hacer este camino un tanto más fácil. Cada uno somos una pequeña parte de los demás, y separarnos no significa olvidar lo vivido y compartido en estos intensos años. Seguiremos creciendo allá donde vayamos, pero teniendo esto presente siempre en un huequito del corazón. Cada uno tomará un camino distinto, pero ojalá estos caminos vuelvan a cruzarse en un futuro no muy lejano. Nuestros recuerdos, tropiezos y alegrías están ya en la maleta del nuevo viaje que ya, en este justo momento, comenzamos.
Un  abrazo, y hasta siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario