Rosa Chacón y Mercedes Fernández durante su discurso de graduación
Buenas
tardes a todos y todas, hoy comienza el día de nuestra graduación, el día que
tenemos que decir adiós a todo lo vivido en estos 6 años atrás,
seis años desde que entramos a un lugar que no conocíamos, nerviosos,
con incertidumbre, y grande para nosotras, ahora todo esto ha cambiado y
es increíble que ya nos estemos marchando.
En septiembre de este año
aún no eramos
conscientes del intenso trabajo que nos esperaba, los sentimientos
encontrados que tendríamos (alegría, estrés, nervios, insomnio).
Nosotras 4 hemos formado un grupo muy reducido. En nuestras clases de
latín y griego siempre ha habido un hueco para nuestras tertulias, en
las que podíamos perfectamente hablar tanto cómo se traducía una
palabra, hasta que teníamos para almorzar ese día.
Nuestro pequeño e íntimo grupo ha sido cómodo y hemos aprendido muchísimo, gracias a todos los profesores y profesoras que
nos han acompañado y ayudado.
Bien es cierto, que algunas de nosotras
llevamos ya más años aquí que otras, pero hemos sabido formar un grupo
unido en el que hemos disfrutado al máximo las clases, compartido
costumbres de todos pueblos y dado cada una lo mejor de sí. También
queremos nombrar a nuestro otro grupo junto a sociales y artes ya que al
fin y al cabo hemos formado una gran piña con la que hemos pasado
muchas horas que nunca olvidaremos.
Queremos
dar especial gracias a nuestra tutora, Candelaria, profesora dedicada, alegre, y un
poco nerviosa (aunque ella lo niegue), la cual nos ha insistido hasta la
saciedad durante tantas clases cuando queríamos persuadirla de la
pereza que nos daba traducir. Pero siempre lo hemos pasado bien con
ella, sobre todo con los desayunos todas juntas en la cafetería donde
las molletas que con tanto cariño preparan Espe y Mari nos han evadido
del estudio.
En general, queremos agradecer
el esfuerzo a todos los profesores los que se han ido y los que se han
marchado, ya que nos han ayudado a crecer y aprender sobre la vida, cada
uno a su manera.
Por
otro lado, tampoco se nos puede olvidar la labor de nuestros padres a
lo largo de este duro e intenso curso, ya que son ellos los que nos han
soportado (han aguantado nuestras quejas, nuestros enfados).
Aunque ha sido un camino muy duro nos quedaremos con lo positivo, viajes al extranjero, excursiones, teatros, convivencias. Durante
este largo camino hemos conocido gente nueva de las cuales muchas están
aquí hoy y otras marcharon para alcanzar sus sueños de otra manera.
Bachillerato
nos ha demostrado lo que es el trabajo y el esfuerzo diario y también
la capacidad que podemos llegar a tener si queremos. A partir de ahora ya
no escucharemos frases como:
- Ojala y sean ya las 3 de la tarde
- Que sueño tengo hoy
- Veras tu que siesta me voy a pegar esta tarde
- Que semana más larga
- No queda ná de aquí a junio
- Mañana pon el examen fácil en
- Veras tu que verano me espera sin hacer nada… etc
Para finalizar, una vez más gracias a todos los compañeros, padres y equipo docente que ha hecho esto posible. Ahora nos quedan unas últimas
semanas de trabajo, así que mucha suerte en selectividad y deseamos que
todos encontremos la felicidad en esta nueva etapa que comienza.
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