María Moreno, la viuda de Castro. Mujeres de Ubrique
Retrato de María Moreno
Gentileza de su nieto Manolo Castro
Por María Angulo Venegas
Conocemos como "la viuda de Castro" a la ubriqueña María Moreno, que nació en 1900, con el siglo XX.
María se casó con José Castro Cordón y fruto de este matrimonio tuvieron cuatro hijos (tres hijos y una hija), José Castro pertenecía al PSOE que era uno de los partidos que había en Ubrique, durante la II Republica (también participaba en una asociación benéfica que ayudaba a los pobres de Ubrique, decían que era muy buena persona).
María se casó con José Castro Cordón y fruto de este matrimonio tuvieron cuatro hijos (tres hijos y una hija), José Castro pertenecía al PSOE que era uno de los partidos que había en Ubrique, durante la II Republica (también participaba en una asociación benéfica que ayudaba a los pobres de Ubrique, decían que era muy buena persona).
José
Castro y su primo Andrés García fueron a un mitin del general José
Antonio Primo de Rivera (la tarde antes habían acordado en una reunión
del partido asistir a dicho mitin para abuchearlo) donde fueron los
únicos de su partido que asistieron y abuchearon al general, por lo que
quedaron señalados. Cuando en julio de 1936 se dio el golpe de estado se
tuvieron que esconder.
José
Castro, se escondió en la casa de Pedro Arenas, su primo (no sé si fue
su primo o la mujer de Pedro Arenas era su prima), este murió y José
Castro salió del escondite para ir al entierro (todo el mundo le había
advertido que no saliera) donde lo apresaron y lo fusilaron junto a su
primo Andrés García, cuentan que murieron abrazados. Fusilaron también a
más de 100 personas, a todas ellas las enterraron en el cementerio del
Bosque y exhumados recientemente gracias a la Ley de la Memoria
Histórica. Actualmente todos se encuentran enterrados en el cementerio
de Ubrique, donde un monolito con sus nombres los recuerda.
Curiosamente, José Castro era muy amigo de Miguel Bohórquez Vecina cuyo hermano era el auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina quien firmaba las condenas y sentencias de muerte de toda Andalucía y parte de Extremadura.
Por lo que su esposa María Moreno se quedó viuda y sola con sus cuatros hijos, María para salir adelante se dedicó a vender productos de contrabando como tabaco, medias, piedras de mechero, telas etc, porque estos productos pesaban poco y eran transportados por matuteras desde Gibraltar a Ubrique, evitando las casillas de consumo que se encontraban en la entrada de los pueblos.
Curiosamente, José Castro era muy amigo de Miguel Bohórquez Vecina cuyo hermano era el auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina quien firmaba las condenas y sentencias de muerte de toda Andalucía y parte de Extremadura.
Por lo que su esposa María Moreno se quedó viuda y sola con sus cuatros hijos, María para salir adelante se dedicó a vender productos de contrabando como tabaco, medias, piedras de mechero, telas etc, porque estos productos pesaban poco y eran transportados por matuteras desde Gibraltar a Ubrique, evitando las casillas de consumo que se encontraban en la entrada de los pueblos.
Estos
productos fundamentalmente el tabaco en cuarterones lo escondía en la
casa de los Bohórquez ya que la policía no entraría allí. Incluso un
general del ejército nacional iba a comprar allí el tabaco para sus
soldados haciéndole saber que no le pasaría nada si se lo vendía. A este
general, María Moreno, lo llamaba "el niño de oro", porque procedía de
una familia de terratenientes de Jerez de la Frontera. Curiosamente el
hijo de este general y sus descendientes tuvieron y tienen un bufete de
abogados y ellos llevaron todo el tema legal de la empresa desde su
creación hasta nuestros días (6/02/2019). La contabilidad se la llevó al
principio de constituir el negocio un tal Romero.
María Moreno, al principio, vivió en un sótano o cuchitril, en la pilita abajo, (donde se encontraría luego el bar del mochuelo) propiedad de la madre de José Castro, le decían mamá Inés y que ayudó mucho a su nuera desde el mismo momento que mataron a su hijo. En este cuchitril era donde vendía los productos del contrabando junto a algunos pequeños artículos de piel.
María Moreno, al principio, vivió en un sótano o cuchitril, en la pilita abajo, (donde se encontraría luego el bar del mochuelo) propiedad de la madre de José Castro, le decían mamá Inés y que ayudó mucho a su nuera desde el mismo momento que mataron a su hijo. En este cuchitril era donde vendía los productos del contrabando junto a algunos pequeños artículos de piel.
Gracias al
dinero que ganó con el contrabando y al dinero que le dejó su padre,
compró una casa en la calle Beato Diego de Cádiz por 6.000 duros, 30.000
pesetas, (esta casa se la compró a Samuel, una familia adinerada de
Ubrique) y montó en la primera planta una fábrica de artículos de piel,
que se hizo más grande y en una feria la trasladaron a la segunda planta
(el Sevillano fue el que hizo el arreglo).
Los
inicios fueron muy duros pues el ayuntamiento de Ubrique no le daba el
permiso para abrir el negocio pues era la mujer de un fusilado pero la
constancia de María la llevó a Sevilla donde pudo conseguir de
instancias superiores este permiso. Fue la primera mujer en constituir
una fábrica de artículos de piel en Ubrique. Cuando su hijo mayor, Pepe
Castro, cumplió los 16 años (se acababa de graduar en la escuela de
comercio de Cádiz con el número uno de su graduación) su madre le compró
unos pantalones largos y comenzó a viajar por toda España, después le
siguió su hermano Manolo Castro, que también estudió en la escuela de
comercio. Fueron años duros donde "la Viuda" tuvo que aguantar las
inclemencias de la Dictadura como le sucedió un día que entró en su casa
una persona con arma en mano y en presencia de sus hijos amenazó con
matarla a ella y a sus hijos si no le daba la mitad de los beneficios
del negocio.
El mayor
de los hijos, Pepe Castro, con 16 años le hizo frente diciéndole:
“máteme primero a mí, continúe con mi madre y después con mis hermanos
pequeños”, esta persona salió de la casa y nunca más la amenazó.
Según Remedios Esteban, que actualmente tiene 92 años, mujer de Pepe Castro, el dicho en Ubrique sobre la pobre María, referido a que los trabajadores echaban una hora más cuando terminaban la jornada laboral no era cierto. Lo que hacían cuando terminaban la jornada laboral algunos trabajadores es ir a la casa de la pobre María para tomarse unas copas de vino pues ella mantenía todavía este negocio.
Según Remedios Esteban, que actualmente tiene 92 años, mujer de Pepe Castro, el dicho en Ubrique sobre la pobre María, referido a que los trabajadores echaban una hora más cuando terminaban la jornada laboral no era cierto. Lo que hacían cuando terminaban la jornada laboral algunos trabajadores es ir a la casa de la pobre María para tomarse unas copas de vino pues ella mantenía todavía este negocio.
María consiguió con su gestión empresarial, aumentar los beneficios, con los que pudo darles estudios a sus hijos y construir una fábrica más grande, en la calle doctor Reguera León, daba a la otra calle (tenía una superficie de 600 m2). Llegó a tener más de 70 marroquineros con contratos fijos, debido a este tipo de contrato a los trabajadores no les podían despedir fácilmente por lo que en fechas de bajas ventas o crisis fabricaban una gran cantidad de productos que iban almacenando en una gran habitación, los cuales se vendían en épocas de más negocio como en las navidades.
Cuando los hijos fueron mayores, se hicieron cargo del negocio hasta que se jubilaron. Durante estos años fue una de las firmas más fuertes a nivel internacional de artículos de piel, vendían mucho a Inglaterra. Ya próximo a la jubilación de todos los hermanos la firma internacional Loewe les pidió que trabajaran para ellos pero declinaron la oferta. En su lugar y para aprovechar esta buena oferta, Manolo Castro, le ofreció esta oportunidad a su cuñado José Luis Piña que junto con Juan Valle pudieron aportar el capital suficiente para trabajar con esta importante firma.
María Moreno falleció en torno a los 82 años. Todos sus hijos han fallecido también, el más chico acababa de jubilarse con 65 años, luego le siguió su hermano Juan Castro con 70 años, luego Pepe Castro con 79 años y la última Inés Castro con 85 años.
Como dato curioso, comentar que el padre de José Castro era gallego y llego a Ubrique a finales del siglo XIX, hizo la mili en la Isla de Filipinas y cuando venían de vuelta el barco se hundió y él y otro hombre de Benaocaz sobrevivieron al naufragio gracias a que se pudieron agarrar a un baúl hasta que llegaron a una isla donde sobrevivieron por la gentileza de los nativos. Unos cuatro años después un barco que pasaba por allí los recogió y llegaron a Cádiz, donde cuenta la familia que lo esperaba una banda de música (estos dos hombres sí que se los puede considerar "los últimos de Filipinas").
Es muy
posible que María conservara documentos que acreditarían esta historia,
también en el diario de Cádiz se tuvo que comentar esta noticia.
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